Un impactante operativo se llevó a cabo en San Bernardo, donde Carabineros y funcionarios municipales desalojaron una toma liderada por un supuesto pastor evangélico. La ocupación se extendía desde hace al menos dos años en un terreno municipal, el cual albergaba una falsa iglesia, un minimarket, lavandería y hasta un Cesfam y jardín infantil «secuestrados».
Según el alcalde Christopher White, la fachada era un “centro de rehabilitación”, pero en la práctica se trataba de un terreno lleno de irregularidades. El supuesto líder religioso cobraba $100 mil mensuales por cada sitio delimitado, lucrando con las familias que llegaban a vivir allí. Su hermano habría estado involucrado en una toma anterior en la misma comuna.
Durante el operativo se retiraron los últimos ocupantes, basura, escombros y animales abandonados, con el apoyo de veterinarios. El municipio denunció que esta red usaba símbolos religiosos como escudo para apropiarse ilegalmente de bienes públicos y lucrar con la necesidad de vivienda.