La semana que transcurre se ha convertido en un auténtico calvario para Colo Colo, sumiendo al club en una de sus crisis más álgidas de la temporada. La derrota inicial ante Deportes Limache fue solo el preludio de un vendaval aún más devastador: el categórico 4-0 sufrido a manos de Fortaleza en aquel encuentro que la institución y su ferviente hinchada habían catalogado como «el partido más importante del año». La goleada, que coqueteó con una humillación mayor, ha desatado una furiosa marejada de críticas que azota desde diversos flancos.
El clamor del descontento resuena con fuerza en las voces de la hinchada y de figuras públicas que no han dudado en expresar su frustración. El actor Álvaro Gómez, con un tono incisivo, emplazó a Arturo Vidal a considerar «un paso al lado» para permitir la irrupción de nuevas promesas. Por su parte, la Garra Blanca, la emblemática barra brava del club, focalizó su artillería verbal en dos nombres propios: Esteban Pavez y Brayan Cortés. Al capitán Pavez se le exigió despojarse de la jineta, mientras que el nivel de compromiso del portero Cortés fue puesto en tela de juicio con dureza.
Sin embargo, el incendio dialéctico alcanzó su punto álgido con las explosivas declaraciones del propio Arturo Vidal. En una transmisión en vivo, el volante no se guardó nada contra aquellos que osan cuestionar al plantel «Estos que tiran la mierda no son de Colo Colo, están disfrazadas las ratas. Los de Colo Colo apoyan toda la vida. Está bien que estén enojados, pero no para tirar la mala tanto. Vayan a lavarse la raja, me tienen podrido».
En medio de la tormenta, Vidal intentó erigirse como un llamado a la unidad, prometiendo una pronta reacción del equipo en el terreno de juego. «El que abandona no tiene premio. De atrás pica el indio, que coman nomás. Qué bueno que salgan ahora los farsantes, porque después se dan vuelta la chaqueta igual», senteció.