El presente se ha tornado un laberinto emocional para Karen Paola, quien navega por las turbulentas aguas de una reciente cirugía y el doloroso adiós a Juan Pedro Verdier, su compañero de vida por más de dos décadas.
La historia de amor que floreció en la pantalla chica de «Mekano», cuando ambos eran apenas adolescentes, ha llegado a su epílogo, y la cantante ha abierto su corazón con una vulnerabilidad palpable en medio de este difícil trance. A través de un video íntimo compartido en sus historias de Instagram, las lágrimas brotaron sin contención mientras compartía su quebranto con su legión de seguidores.
En un ejercicio de conexión directa a través de una ronda de preguntas y respuestas en la misma plataforma, un comentario sobre su aparente fortaleza la interpeló directamente. Un seguidor destacó su entereza frente a la adversidad, pero Karen desmintió esa imagen estoica con una honestidad punzante. Entre sollozos, confesó que la realidad dista mucho de esa fachada.
«No soy fuerte, mi amor. Yo lo estoy pasando como el hoyo, solamente estoy tratando de estar bien, porque necesito estar bien, pero no lo estoy pasando bien. Al contrario, lo estoy pasando muy muy muy mal», admitió con una crudeza que resonó en sus seguidores.
Más allá del duelo por la relación perdida, Karen ha revelado un proceso introspectivo, utilizando este tiempo de fragilidad para trabajar en su bienestar emocional y cicatrizar heridas internas acumuladas con el paso de los años. Con una madurez dolorosa, reconoció que sus propias batallas personales también incidieron en la dinámica de su relación, contribuyendo al desenlace.
«Tengo muchas hue*** que trabajar, que sostener, y de pronto uno no se da cuenta, pero le hace daño a la persona de al lado»,explicó la artista, buscando comprender la madeja de sentimientos propios y el impacto de su estado emocional en su ahora expareja.