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Alba de Tormes, cuna de misticismo en el corazón de España, se ha transformado en un imán de fe con la inédita exhibición, tras más de un siglo, de los restos mortales de Santa Teresa de Jesús en su Basílica de la Anunciación de Nuestra Señora del Carmen. Peregrinos de cada rincón del planeta convergen en este enclave espiritual, disponiendo hasta el 25 de mayo para presenciar este encuentro histórico con la santa abulense.
El rostro esquelético y descubierto de Santa Teresa, ataviado con sus vestiduras características, ha ofrecido estampas de profunda emotividad e impacto visual. La Iglesia Católica ha elevado este acontecimiento a la categoría de oportunidad espiritual singular, un puente directo hacia la vida, la santidad y el legado de una figura cumbre del Siglo de Oro español y Doctora de la Iglesia desde 1970.
Nacida en 1515, Santa Teresa consagró su existencia a la oración, la pluma y la renovación del espíritu, alumbrando la Orden de Carmelitas Descalzos. Este movimiento representó un retorno a la esencia contemplativa y al rigor oracional dentro del Carmelo. Canonizada en 1622, su obra y su ejemplo continúan siendo faros de inspiración para creyentes de todas las épocas.
La exposición, que despliega sus puertas entre las 09:00 y las 23:00 horas, señala la tercera ocasión en la historia en que los despojos de Santa Teresa de Jesús son mostrados al público. Este hito, cargado de significado, subraya no solo su trascendencia histórica y espiritual, sino también su perenne capacidad para congregar multitudes en torno a su legado de fe y transformación interior.
La noticia ha provocado distintas reacciones en plataformas digitales. A continuación, algunos de los comentarios:
