En el tablero político, la gira asiática del Presidente Boric se convierte en el epicentro de un choque de visiones. José Antonio Kast, con el filo de su verbo, exige el retorno inmediato del mandatario, argumentando que la gravedad del caso ProCultura ensombrece la honorabilidad del país en escenarios internacionales. «Si no hay nada que esconder, Presidente, entregue los celulares», insiste Kast, elevando el tono de su demanda.
Desde la trinchera del socialismo democrático, Carolina Tohá emerge como defensora de la agenda presidencial. En una pausa de la celebración del Día de la Madre en El Bosque, Tohá llama a la calma, instando a dejar que la justicia siga su curso, libre de interferencias políticas. Reconoce la sed de respuestas de la ciudadanía, pero subraya que estas deben emanar del ámbito judicial, no del fragor de la contienda política.
El silencio de Boric, mientras tanto, es interpretado por Tohá como una muestra de enfoque en una agenda crucial para Chile. La gira por Japón y China, argumenta, es vital para navegar las crisis globales y asegurar el desarrollo del país. «Habrá momento para referirse a eso», mencionó Tohá desestimando las críticas por la ausencia de declaraciones inmediatas.