Tras más de 24 horas prófugo, la PDI logró capturar a Diego Soto Montero, el sujeto que fue grabado profanando tumbas en el Cementerio General, mientras patinaba sobre lápidas y sostenía un cráneo humano. Fue encontrado en el Instituto Psiquiátrico de Recoleta, hasta donde llegó tras deambular con heridas autoinferidas. Su detención se dio gracias al aviso de una conocida de su madre, quien lo reconoció y alertó a la familia.
La Policía había allanado previamente su domicilio, donde encontraron osamentas humanas en su dormitorio, las que ahora están siendo periciadas. Entre los restos, se hallaría el mismo cráneo que el sujeto exhibe en los registros viralizados, según confirmó el subcomisario Nicolás Vásquez, de la Bicrim de Independencia. La madre del detenido también prestó declaración en el proceso.
Diego Soto, identificado como artista visual, había participado en actividades organizadas por el municipio de Recoleta. Su comportamiento generó un amplio repudio social, y los antecedentes encontrados apuntan a una conducta premeditada y morbosa, que podría derivar en graves cargos por delitos contra el respeto a los muertos.