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En un episodio reciente del podcast «Tomás va a morir», Edo Caroe, Tomás Leiva y Alejandro Barros conversaron con Pedro Ruminot sobre el impacto del nuevo horario de entrada para los humoristas en el Festival de Viña. Coincidieron en que el cambio haría que tanto el público como los comediantes llegaran al escenario con cansancio, lo que dificultaría el espectáculo. Con el tono de humor que caracteriza el programa, comentaron que la situación podría ser tan agotadora que incluso resultaría difícil mantenerse despierto en el escenario.
Siguiendo la misma línea, bromearon con la idea de bajarse del evento antes de presentarse, imaginando cómo esto generaría controversia en los medios. Mencionaron que una decisión así solo serviría para alimentar titulares sensacionalistas, haciendo alusión a la manera en que algunos periodistas buscan generar noticias a partir de cualquier declaración. A pesar de la conversación sobre los desafíos del nuevo horario, el tono se mantuvo en clave de humor, sin intenciones de realizar una crítica seria.
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