En un giro que tensa aún más el ya cargado ambiente político, el Frente Amplio alza la voz, desvinculándose con vehemencia de la sombra de ProCultura y denunciando una trama de «espionaje con fines políticos» que, según el conglomerado, busca socavar la figura del Presidente Gabriel Boric. La declaración pública emitida el pasado sábado responde a la reciente revelación de los argumentos del fiscal regional de Coquimbo, Patricio Cooper, quien solicitó la interceptación de las comunicaciones del mandatario, en el marco de la investigación por presunto financiamiento irregular de su campaña presidencial en 2021.
Con tono firme, el Frente Amplio niega cualquier lazo financiero con la fundación investigada, subrayando la transparencia de sus cuentas partidarias y de campaña, todas ellas «debidamente revisadas y aprobadas por el SERVEL». La colectividad acusa a ciertos sectores de orquestar una campaña de desprestigio, basada en «vínculos personales y conversaciones informales», carente de pruebas concretas y alimentada por filtraciones selectivas a los medios.
El comunicado arremete contra la estrategia del fiscal Cooper, calificándola de una maniobra para «desprestigiar al Presidente Boric y generar dudas sobre su gestión». Según el Frente Amplio, los tribunales ya habrían descartado la implicación del mandatario en la causa. La colectividad denuncia que la filtración de información parcial, sumada a la interceptación de más de 43 teléfonos, incluyendo registros de 2022, constituye un abuso que erosiona la confianza en el Ministerio Público y en la democracia chilena.