La tarde santiaguina del pasado lunes se vio interrumpida por una sinfonía inesperada y discordante, cortesía de un parlante desafiante a bordo de una micro. El protagonista del singular altercado: Ignacio, un hombre de nacionalidad haitiana que se negó a bajar el volumen de su banda sonora personal, desatando una polifonía de reclamos y tensiones entre los pasajeros.
El preludio, según el relato de una testigo digital, fue una petición cortés, un simple «Flaco, ¿puedes bajar la música, por favor?». Pero la amabilidad se estrelló contra una respuesta que elevó el tono «¿Qué te dicen flaco?». La pasajera intentó mediar con un «Flaco es buena onda», pero la réplica de Ignacio añadió un ingrediente inesperado a la mezcla «Mi nombre es Ignacio, y mi señora es carabinera. ¿Qué te pasa?». La mención uniformada encendió la mecha de otro pasajero, cuyo «Llámala entonces» añadió un nuevo acorde a la creciente tensión.
Finalmente, la supuesta testigo mencionó que «Iba con un parlante a todo volumen a eso de las 6 de la tarde, la gente va chata, quiere puro llegar a sus casas en paz y en calma. Creo que todos estaban de acuerdo conmigo, pero creo que la salud mental de él no estaba bien».