En un torbellino de acusaciones y silencio ensordecedor, el diputado Joaquín Lavín Jr. se encuentra en el epicentro de una tormenta de problemas. Un reportaje televisivo ha expuesto al parlamentario, suspendido de la UDI, en un momento crítico, mientras la Fiscalía investiga presuntos delitos de tráfico de influencias y fraude al Fisco, incluyendo la emisión de boletas falsas que culminaron en el allanamiento de su oficina.
La tensión alcanzó su punto álgido cuando una periodista de Mega lo confrontó a la salida del Centro Penitenciario Femenino, donde su esposa permanece recluida. Ante la pregunta directa «¿Por qué se niega a hablar con nosotros?», Lavín Jr. respondió con un contundente «¿Qué gano yo con sentarme en su programa?».
La insistencia de la reportera, sugiriendo la oportunidad de aclarar la situación ante sus representados, chocó con la obstinada negativa del diputado. «Ya he hablado muchas veces», afirmó, antes de soltar una frase que ha resonado en los pasillos del Congreso «¿Qué me importa a mí explicarle a la gente?».