El presidente Gabriel Boric, lejos de amilanarse ante las críticas de la oposición, ha decidido redoblar su apuesta por la cultura pop japonesa, defendiendo con vehemencia su reciente mención al anime durante un discurso en un encuentro empresarial en Japón. A través de una publicación en Instagram, el Mandatario no solo reafirmó su postura, sino que la acompañó con una imagen que refuerza su argumento: un postre con forma de Pikachu, degustado en compañía del primer ministro japonés, Shigeru Ishiba.
En su publicación, Boric destacó la profunda estima que Japón profesa hacia el anime, considerándolo un embajador cultural de alcance global. “Los japoneses están profundamente orgullosos de cómo el anime ha sido uno de sus embajadores en el mundo”, sentenció, subrayando la trascendencia de este género artístico en la escena internacional.
Con un toque de ironía, el Presidente respondió a sus detractores “Y eso que no mencioné a Shingeki!”. Su mensaje culminó con una advertencia contundente “La ignorancia puede ser muy atrevida”, un llamado a contextualizar sus referencias dentro del marco cultural del país anfitrión.
La controversia ha desatado un animado debate en las redes sociales, donde las opiniones se dividen entre quienes aplauden la conexión cultural tejida por el Mandatario y quienes la consideran inapropiada para el ámbito empresarial. Sin embargo, Boric ha dejado meridianamente clara su intención: destacar un elemento de orgullo nacional para Japón, en el contexto de un intercambio internacional, y el uso del anime como puente de conexión cultural.