En un ejercicio de honestidad brutal que resonó en la esfera digital, la consagrada actriz Tamara Acosta descorrió el velo sobre una percepción íntima que, hasta ahora, permanecía oculta a los ojos de su admirado público.
En una reciente conversación para el podcast M de Mujer, la intérprete transitó por los senderos de su trayectoria profesional y su vida personal, pero fue una inesperada confesión la que encendió el debate en las redes sociales, dejando a sus seguidores reflexionando sobre la compleja relación entre la imagen y la autopercepción.
Ante la pregunta sobre sus sentimientos al confrontar fotografías de su juventud, Acosta respondió con una transparencia desarmante «Me da una cosa tan rara porque yo siempre me he sentido como fea». Estas palabras, pronunciadas con una honestidad punzante, tomaron por sorpresa a la conductora Daniela Ginestar y a la legión de fanáticos que siempre han celebrado su belleza y el magnetismo de su presencia en pantalla.
La actriz profundizó en lo que describió como una suerte de «disociación» o quizás una manifestación temprana de dismorfia corporal, explicando que la retrospectiva de esas imágenes revela una realidad que entonces le era invisible. «Yo era muy linda, pero ¿por qué me sentía fea? No entiendo», confesó, añadiendo con una mezcla de humor y resignación el lamento por las oportunidades perdidas «¿Y cómo no me aproveché? O pololear más».
Si bien reconoció que la construcción de una relación saludable con su imagen actual sigue siendo un trabajo en progreso, Acosta cerró su reflexión con un mensaje cargado de ternura y autoafirmación dirigido a su yo del pasado «Mírate bien al espejo, basta con esa hue…, vamos, dale», concluyó entre risas, dejando entrever una luz de esperanza en su proceso de aceptación.